La UC como Nadal


Por Hugo Hernández Donoso.
Si bien mezclar tenis y fútbol parece una locura, el fin de semana arrojó resultados que se prestan para un análisis mucho más cuerdo de lo que a simple vista se aprecia. El domingo el español Rafael Nadal (español, nº2 ATP, 19 años) venció de forma relativamente cómoda en 4 sets al nº1 del mundo, Roger Federer. El mismo día, tras ir cayendo por 0-2 en el estadio Monumental frente a Colo-Colo, la Universidad Católica se impusó por 3 goles contra dos.
Lo de Nadal ya no es nuevo, puesto que la final del TMS de Monte Carlo lo dejó con un récord favorable de 4-1 sobre el suizo. Esto no hace más que situarlo como el único jugador que tiene números azules cuando se lo compara con el helvético.
Para los albos ya se hace difícil recordar la última vez que vencieron a la UC en su reducto. Innumerables partidos en que el cuadro popular fue superior en el accionar, pero el marcador se encargó de decir otra cosa: empates o triunfos para la UC.
Tanto la UC como Nadal llegaron a sus encuentros con escaso favoritismo. No sólo por el altísimo nivel que exhibían sus rivales -Colo-Colo era líder del torneo con 2 partidos menos y de Federer ni hablar, ya a los 23 años es uno de los mejores jugadores de todos los tiempos- sino porque los cruzados y el español venían con un gasto físico superior al de sus rivales -Católica jugó 4 días antes por la Libertadores y Nadal llegó con 4 horas más de juego que su rival para el pleito cúlmine-.
¿Cuáles eran las apuestas previas y por qué se fueron por tierra?
Era difícil jugársela por el español cuando todos sus partidos duraron una hora más que los de Federer y sobre todo, si se tiene en cuenta que derrotó a lo largo del torneo con muchas dificultades a jugadores que Federer barrió con total contundencia en días anteriores. Por ejemplo en el Masters de Shangai Federer derrotó a Gastón Gaudio (nº7) por 6-0/6-0 en menos de una hora, mientras que Nadal tuvo que batallar por más de 3 horas con el argentino para vencerlo en tres sets.
El caso de Católica es idéntico. Venía de un viaje extenuante desde México y en el apertura salvó a duras penas partidos que en el papel parecían sencillos. Así como los albos aplastaban a sus rivales con un promedio de 4 goles por partido, los cruzados definieron muchos de los encuentros en los últimos minutos de juego y casi sin ninguna oportunidad de gol. El débil Rangers sucumbió por 7-2 frente al "popular" y unas semanas después estuvo a punto de robarle un punto a la UC en su visita a San Carlos de Apoquindo.
Además, cabe resaltarlo, el técnico cruzado, Jorge Pellicer, guardó parte de su artillería para el clásico. Jugadores de gran nivel como Jorge Quinteros y Eduardo Rubio no fueron de la partida en el partido dominical.
¿Qué pasó?
El favoritismo no funcionó, todo quedó en la ficción y en los deseos de los hinchas de Federer y de Colo-Colo. Algo tiene el español que el "mejor jugador del mundo" no puede solucionar.
Algo tiene que Católica, que a pesar de no ser favorita en ésta y otras ocasiones, siempre le complica la vida al cuadro albo. Es cierto que Valdivia cometió una estupidez y dejó a Colo-Colo con 10 hombres. Pero no es excusa frente a lo que exhibió la UC. En otras ocasiones el "popular" supó sobrepenerse a la adversidad y manejó con facilidad situaciones adversas. Pero no esta vez, no contra Católica. No contra un equipo que apabulló a la defensa alba en el segundo tiempo. No contra un plantel que es capaz de sacarle la mayor ventaja a un hombre demás y que ha probado en el último tiempo tener jugadores que pueden desequilibrar por sí mismos.
En el boxeo el que vence al "campeón" es el mejor. Y quizás al final del año tanto Colo-Colo como Federer estén en la cima, pero sabrán que tras ellos hay dos muros que hasta el día de hoy no saben cómo franquear. Razón suficiente para que Nadal y la parcialidad cruzada se sientan en la cumbre, aunque los números digan otra cosa.